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¿NO ERES CIENTIFICO/A?

Una resumen de nuestra investigación para no profesionales

Desde el momento de nuestra concepción y a través de nuestro desarrollo, nuestras células se dividen millones de veces para dar origen a nuestros cuerpos y a nuestros órganos como por ejemplo nuestros huesos, nuestro corazón, nuestro cerebro, etc. Además, en nuestros cuerpos adultos, cada día alrededor de dos trillones de células se dividen para regenerar células que vamos perdiendo y que forman parte de nuestra piel, nuestra sangre y nuestro intestino.

Una película de un embrión de C. elegans que se está dividiendo por primera vez.

Es importante que nuestras células se dividan en el momento y tiempo adecuados. Para ello, las células reciben una multitud de “señales” que las alientan a dividirse o les dicen que esperen ya que no están listas para hacerlo. Estas señales pueden ser externas, como por ejemplo sus células vecinas; o internas, como su propio estado nutricional. Una vez que la célula evalúa estas señales, puede realizar una decisión informada y ya sea que se divide o entra en un estado de pausa. Sin embargo, si las células no integran estas señales de manera correcta, esto puede tener consecuencias catastróficas. Por una parte, si las células pausan de forma indefinida, puede resultar en anormalidades en el desarrollo. Por otra parte, si las células no pausan y se dividen sin control, esto resulta en el desarrollo de cáncer.

En nuestro laboratorio investigamos cómo las células integran estas señales conflictivas, cómo deciden entrar en el estado de pausa y cómo salen de esta pausa para seguir dividiéndose.

Placa de C. elegans bajo un microscopio estereoscòpico de fluorescencia

La mayoría de nuestros estudios son realizados utilizando un pequeño gusano microscópico que se conoce como C. elegans. Estos gusanos viven en la tierra y en composta, pero son fáciles de crecer en el laboratorio.

¿Porque utilizaríamos un gusano para estudiar como se dividen nuestras propias células? Resulta que los gusanos y los humanos somos mas parecidos de lo que uno esperaría. De hecho, compartimos muchos de los genes que participan en división celular. Y dado que podemos manipular estos gusanos de manera muy fácil (por ejemplo, introduciendo marcadores fluorescentes), todo lo que aprendemos al ver como sus células se dividen lo podemos aplicar a nuestras propias células.

Gusanos fluorescentes vistos a través del microscopio

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